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Apocalíptica de ayer y de hoy
23-03-2018

Este pasado sábado 17 de marzo tuvimos la oportunidad de disfrutar de un tema rico y sugerente, el de la apocalíptica, en el Taller Breve titulado "Vi un cielo nuevo y una tierra nueva. La apocalíptica en tiempos de Jesús". Pudimos disfrutar además de este Taller de la mano de Rubén Bernal, recién graduado de la Facultad de Teología SEUT con un trabajo precisamente sobre este tema.


Rubén inició el Taller indicando que hay multitud de textos veterotestamentarios apocalípticos, pero los del NT están también marcados por una apocalíptica no canónica. ¿Cómo los lee el creyente de a pie? ¡¡ Buscando en Internet !! Pero lo que se encuentra … Casi siempre ¡¡ es pura basura !! Otra opción es acudir a las librerías evangélicas, pero también ahí hay que ir con cuidado, pues hay mucho material de bajísima calidad… También hay libros más académicos que abordan la apocalíptica desde su contexto histórico y desde el género apocalíptico, aunque la apocalíptica aglutina géneros muy diversos. Es importante divulgar este conocimiento más académico para poder interpretar los textos apocalípticos bíblicos a nivel del creyente medio.


La literatura apocalíptica no es ‘inter-testamentaria’, sino más bien ‘peri-testamentaria’ ya que no ocupó 400 años de silencio, sino que fue paralela en buena medida al cierre del AT y la elaboración del NT. También hay que tener en cuenta que la literatura apocalíptica es parte de un movimiento de resistencia ante el poder político opresor que, entre otros, tenía un propósito consolador. Como tal, impregnó también diversos movimientos judíos de su tiempo.
Una característica es revestir su pensamiento teológico-político de revelación pseudo-epigráfica en lenguaje histórico y/o cósmico, como si quisiera desvelar los grandes misterios de la vida aunque en realidad se pretende dar respuesta a cuestiones contemporáneas  candentes. En este punto, Rubén propuso dos ejemplos del Nuevo Testamento para ilustrar el uso de motivos apocalípticos por parte de dos autores como Lucas y Pablo: Lc 10,18 (Satanás cayendo como un rayo); Ef 6,12 (lucha en las regiones celestes).


Características formales de la apocalíptica:
•    Pseudoepigrafía (encaje en la historia judía)
•    Uso intensivo del AT + otros textos apocalípticos
•    Uso de visiones (ascenso al cielo del visionario)
•    Lenguaje altamente simbólico (proyectar el presente al pasado o futuro)
•    Determinismo (sin coartar la libertad humana).

 

Características doctrinales:
•    El universo dividido en estratos, superiores e inferiores (Seol)
•    El nuevo eón
•    La justicia divina
•    Dualismo bien-mal (lenguaje de ángeles y demonios)
•    Pesimismo histórico (esperanza en el final renovado del mundo – No es un nuevo mundo)
•    Un plan universal (para todas las naciones)

 

 

Elaboramos a continuación una actividad como ejemplo, en la que se nos invitaba a hacer una relectura ‘apocalíptica’ del del 11-S. La lectura colectiva de esta ‘relectura’ nos puso de manifiesto cómo se puede ocultar una realidad histórica bajo el ropaje apocalíptico. En la misma línea, se nos proposo seguidamente una nueva actividad en la que distintos grupos elaboraron noticias de actualidad desde un revestimiento apocalíptico. El resultado fuemagnífico, pues se demostró que hay personas hoy que saben ‘revestir’ distintos eventos de gran actualidad con el estilo apocalíptico.


Seguidamente, el Rubén propuso una LECTURA COMPARADA DE TEXTOS, como por ejemplo:


2 Pedro 2,4 (ángeles condenados) // Libro de los Vigilantes;  Judas 14 (cita de Enoc) // 1 Enoc 1,9;  2 Cor 12,2 // 1 Enoc; Ap 1,11.19; 21,5 (orden de escribir) //  1 Enoc 81,6; Ap 4,1 (ascensión) //  1 Enoc; 2 Baruc; Ap 4,2 (trono) // 1 Enoc; Ap 5,1-5 (Libro sellado) // Dn 12,4.9; y un largo etc. …


El Taller se cerró con u abordaje de las distintas teorías sobre el origen de la apocalíptica. Sin duda, floreció en el período helenista, pero las raíces son muy anteriores y además culturalmente diversas (judaísmo, zoroastrismo de Irán, etc.).
En todo caso influye mucho el descubrimiento de la cosmología babilónica a partir del exilio de Judá en el siglo VI a.C., lo que obliga a hablar del Dios de Israel de un modo mucho más amplio. Con el contacto persa, el dualismo también influye en el judaísmo, aparte de conceptos particulares (resurrección, paraíso, etc.). Todos estos contactos darían lugar a las primeras creaciones de carácter apocalíptico, como Zacarías en el canon del Antiguo Testamento, y otras fuera del canon como la literatura Enoquita. También los esenios y las comunidades de Qumrán supondrán un nuevo desarrollo de la apocalíptica.

 

A pesar de estos contactos, hay una diferencia fundamental entre la apocalíptica extra-canónica y la cristiana como el Apocalipsis del Nuevo Testamento: ésta considera que todo ha sido ya realizado en Cristo, de modo que todo el concepto del fin de la historia está vinculado a Cristo, mientras que aquélla tiene un carácter más pesimista según el cual todo está por hacer al final de los tiempos.