Con estas líneas nos despedimos para este verano. Os agradecemos vuestra asistencia, interés y empeño en los Talleres Breves y en los grupos de estudio a lo largo de este año que acaba de finalizar. Sin vosotros y vosotras nuestras actividades no hubieran sido posibles.

Todos nos hemos merecido un descanso, un cambio de chip y una fase de relax. El estudio y la educación teológica es un proceso sumamente creativo; requiere sus fases de trabajo intensivo, que durante los últimos meses hemos realizado, pero también de aquellos otros momentos en los que nuestra alma puede pasearse y dedicarse a las musas. De igual forma que el ciclo cardíaco está formado por una fase de relajación (diástole) seguida de una fase contracción (sístole), así necesitamos, después de habernos esforzado espiritual y mentalmente, tener un rato para no hacer simplemente nada. Seamos protestantes de verdad, vivamos de la gracia y no tengamos ninguna mala conciencia al simplemente descansar. Seguro que a la vuelta seremos recompensados con ganas mayores para retomar las sesiones de trabajo en los Talleres Breves, para leer, para debatir sobre temas espinosos, para especular teológicamente, para aprender cosas muy prácticas, para compartir un rato agradable o para embarcarnos en la aventura de estudiar alguno de los cursos del Taller Teológico.

Será un placer indicaros el inicio del nuevo curso con el envío del programa impreso, con el anuncio del primer Taller Breve en la web y mediante el envío de un correo en septiembre.

Hasta entonces, ¡todo el equipo del TT os desea un muy buen verano!