En el último Taller Breve en Valencia de curso actual trabajamos sobre nuestra imagen de Dios. Como es habitual en Valencia, estuvimos en un aula de la Facultad de Teología Vicente Ferrer, en la comunidad/sección de los Dominicos, con quienes colaboramos y quienes siempre nos brindan una recepción especialmente amable y hospitalaria. Una vez que los diez participantes se habían presentado y compartido sus inquietudes acerca de este tema, el ponente, Rainer Sörgel, inició en la materia mediante una poesía de R. M. Rilke, de su famoso “Libro de las horas”. Por medio de una exposición de diez tesis sobre la imagen de Dios, desde la prohibición (y amplio uso a la vez) veterotestamentaria, hasta su lugar en la teología actual, y su potencial terapéutico, dedicamos el resto de la primera parte a la teoría y a la reflexión teológico-fundamental sobre este tema. 

Así, equipados con una buena base teórica, y fortalecidos con una café en el descanso, en la segunda parte trabajamos de una forma más pastoral sobre nuestra imagen de Dios. Para ello realizamos primero un ejercicio contemplativo analizando no sólo la teología de unas cuantas representaciones religiosas, sino además preguntándonos por la experiencia vital que sus autores habrán tenido. Nos dimos cuenta de que entre la imagen de Dios y la actitud fundamental hacia todo cuanto existe de cada persona aparece una estrecha relación. Para cobrar conciencia de nuestra imagen personal de Dios, es necesario concretarla de alguna forma. Para ello nos dispusimos a pintar, aunque efectivamente no a Dios mismo, pero sí algún símbolo que refleje nuestra experiencia de lo divino. Algunos escribieron una carta de indignación articulando aquellas connotaciones que dan lugar a interrogar determinadas imágenes de Dios. Las presentaciones de los dibujos y la lectura de alguna de las cartas a Dios nos permitieron caer en la cuenta de que la imagen de Dios es un gran tema que decide sobre nuestra fe y que ni mucho menos podíamos abarcar en todas sus facetas, pero sí introducrinos en y sensibilizarnos hacia él.