El Taller Breve de Pedro Zamora, titulado: "Los Salmos: una anatomía de todas las partes del alma" tuvo dos partes: Los Salmos: «Carne y hueso ante Dios», y Los Salmos: «Carne y hueso hechos Verbo de Dios».

En la primera parte, recorrimos la naturaleza humana de todos los Salmos que componen el Salterio. Y decimos “todos” porque, ya sea que reflejen buenos o malos sentimientos, todos absolutamente tienen su origen en la experiencia humana y se dirigen a Dios en forma de oración.

Pero precisamente esta realidad suscita la siguiente pregunta: ¿cómo pueden unas palabras humanas dirigidas a Dios convertirse en Palabra de Dios dirigida al ser humano?

En la segunda parte, se trató de dar respuesta a esta pregunta. Fundamentalmente se estudiaron las claves que el propio Salterio emplea para formular esta transformación. En ella juegan un papel importante los títulos de los Salmos (incluyendo la ausencia de títulos) y los colofones donde los hay.

Los editores del Salterio pensaron en una obra para la diáspora judía que, de alguna manera, le ofreciera la posibilidad de una devoción más personal y comunitaria (sinagogal) que compensara por la pérdida de una devoción que giraba en torno al templo y el sistema sacrificial.

En este proceso de transformación de los Salmos se asientan, además, las bases de una lectura mesiánica y, por extensión, cristológica, como la lectura de los Salmos por el Nuevo Testamento.

NOTA: En breve se publicarán los materiales de este taller en una nueva herramienta de la Facultad de Teología SEUT denominada PORTAL DE RECURSOS.