Calendario
Noviembre 2024
LMMJVSD
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
252627282930 

Programa de Talleres Breves 2024-25 

 

Facebook del Taller Teológico

 

Canal Youtube del Taller Teológico

 

Canal de Ivoox de Taller teológico

Así fue nuestro Taller Breve en Madrid
25-11-2014

Este sábado día 22, dentro del ciclo de Talleres Breves en Madrid, celebramos el primero de los dos que este año tenemos programados con el Departamento de Ciencia y Fe de la Facultad Seut. Desde el año pasado, venimos aproximándonos al diálogo ciencia y fe en el marco concreto de los relatos de Creación, y esta ocasión no fue excepción. Para un cambio de ritmo, sin embargo, esta vez no nos acercamos al Génesis, sino al libro de Job.

 

Quizá pueda sorprender que al hablar de Creación nos refiramos a Job, un libro que para la mayoría de nosotros para por el paradigma del "justo que sufre injustamente". Y aunque esto es cierto, precisamente en el "toma y daca" de Job con Dios se desarrolla toda una compresión de la Creación (y del papel del ser humano en ella) muy particular. Fue a ésta a la que nos acercamos.

 

Después de las habituales presentaciones, empezamos el Taller fuerte, porque Pedro Zamora, nuestro ponente en este Taller, nos lanzó el reto de "retitular" nuestro Taller. ¿"Tiene el Génesis la última palabra sobre la Creación", nos preguntó? Y vimos que no, que en el prólogo de Job 1-3 el "orden y caos (pecado)" de Gn. 1-3, o más específicamente, la cadena de sucesión entre orden y caos (dado que en Génesis hay desorden porque el pecado altera el orden), no se da: en Job 1-2 tenemos a un hombre perfecto, pero uno que sufre desorden y caos (Job 3). ¡El "orden de la creación" no se cumple en Job, a pesar de ser recto y justo, “ordenado”! ¿Qué hacer, pues?

 

Para entender el contexto y sentido de Job, arrancamos por los inicios e identificamos la cosmovisión en disputa en el libro. Tomamos así nota de la "lógica mecanicista de recompensa" que se plantea en Job, por una parte, y de la idea del "cerco" (Job 3,23) por otra. Ésta última es importante, porque remite a la idea del Dios que crea poniendo orden, asignando a las cosas su lugar, como ocurre cuando tiende la bóveda protectora de los cielos en Gn. 1 o bien cuando controla a las criaturas marítimas (imagen del caos). Pero ¡ay! Para Job, el Dios "ordenador" es uno que entabla batalla contra el caos en el propio Job (Job 7,12), que convierte la pequeñez e insignificancia de la humanidad de Job en campo de batalla, y contra esto protesta amargamente. Por su parte, los tres amigos de Job le instarán en sus discursos a tomar esta lucha por ordenar el caos  que ocurre a su alrededor como "justa" o "justificadora" (“tú has pecado”). Ante ellos, Job concluirá que ni el cosmos ni la sociedad reflejan la justicia divina (¡él no ha pecado!): sólo hay fuerza bruta en el cosmos, aquella misma que crea el orden (Job 26,10 ss.). Se trata por tanto de una lucha cosmogónica que para Job es existencialmente injusta. Así pues, la imagen de Dios que retrata Job es la de un Dios montaraz ("salvaje", Shadday, guerrero), irresponsable, incapaz por naturaleza de atender la causa humana, que lucha con el mismo empeño tanto contra el caos primordial como contra el ser humano (Job 9,14-35), sin prestar atención a las escalas ni al ajuste de las medidas. ¿Por qué Job debe verse involucrado en esta contienda, si no es más que un grano de arena?

 

Pero, y he aquí la cuestión principal de este Taller, ¿sostiene Dios esta visión? ¿Sostiene también la imagen mecanicista de Dios que tienen los amigos? Aquí llegamos a nuestra primera conclusión después de trabajar en profundidad Job 38: Dios Shadday es tan Señor de la vida salvaje/silvestre como pueda serlo de la vida doméstica. Y es que Dios es como un padre que prepara una casa y, a la vez, como la madre que la gobierna.

 

 

Esto nos abría, sin embargo, nuevas incógnitas. Si la Creación es como una casa en la que todo tiene un lugar, ¿por qué no aparecen los humanos como parte integrante de la misma en Job 38? Porque el ser humano no es "parte de la casa", sino que Dios quiere incorporar al ser humano en su acto creador y providente, respondimos. Como tal, no es “parte” de la casa, sino dueño y administrador competente de la misma.

 

Está claro que el ser humano no "ordena" el mundo como lo ordena Dios (no controla las criaturas marítimas, por ejemplo); no ejerce un poder ordenador semejante. Pero no por ello debe renunciar  a la vocación a la que es llamado, esto es, a ser compañero de Dios, cosa que de hecho expresan tanto Gn. 1 como el Slm. 8. Es así como Job (y nosotros con él) descubre que sólo en el caos y la desolación el ser humano puede ser verdadera imagen de Dios, verdadero compañero suyo, desasiéndose de falsas seguridades que, de hecho, chocan de frente con la vida libre e indómita, que también tiene su lugar en la Creación. Solo la aceptación del caos y el desorden permite participar en el acto creativo de ordenación (Job 42): “La sabiduría que Dios desea transmitir a Job le invita a responder SÍ, PUEDO, asumiendo así su vocación en toda su terrible gloria. En efecto, la verdadera sabiduría regia no consiste en liquidar la vida libre y salvaje, sino en aprender a vivir como mayordomo de un mundo en el que el estado salvaje tiene su propio lugar”. Es así como Job puede hacer suyo el modo divino de dominio: sin obsesión por prevenir y evitar todo accidente o azar y, en definitiva, sin obsesión por primar la seguridad sobre la libertad.

 

Y del final al inicio: concluimos así que el Dios del Prólogo de Job es una muestra de que Él mismo, por respetar este entrelazamiento de orden y libertad, está dispuesto a poner en juego su propia reputación divina: lo que muchos consideran una ‘apuesta indecente’ entre Dios y Satán, es en realidad expresión de cómo ha querido Dios hacer la Creación a su imagen y semejanza, para tener comunión con ella.

 

Sin duda un Taller que nos abrió nuevos horizontes y nos hizo contemplar Job desde una perspectiva distinta, nos quedamos con las ganas de escuchar más. Pero tendremos que esperar un poco retomar este tema: lo haremos el próximo 14 de febrero, con el segundo Taller que este año hemos reservado para el diálogo ciencia-fe en tonro a la Creación y la Evolución.

 

Por otro lado, en diciembre, como es ya habitual, no tendremos Taller Breve. Volveremos a vernos, por tanto, en enero. Consulta la programación de Talleres Breves en Madrid para saber qué tema tocaremos a continuación.

 

Puedes descargarte aquí el Power Point del Taller del sábado en formato pdf.